Artículo originalmente publicado en http://blog.bauertypes.com/?p=615
Los archivos de fuentes juegan un papel muy importante en el rendimiento de nuestros ordenadores. Cuando abrimos un programa, cada fuente obliga al sistema a que las lea, procese, clasifique y cree una previsualización en un menú para que el usuario las pueda seleccionar.
Por la salud de tu ordenador, es recomendable usar un gestor tipográfico donde volcar tus archivos de fuentes e ir activando y desactivando según necesites. He aquí nuestra lista de buenas prácticas para la gestión de fuentes:
- Economiza, activa temporalmente sólo las tipografías que vayas a usar.
- Usa la activación automática de fuentes en uso en tus programas habituales.
- Jamás desactives las fuentes de sistema (alrededor de unas 50), aunque tú no las uses, el sistema sí las usa y producirá errores graves.
- Desactiva fuentes que se hayan instalado/activado solas:
- Fuentes que instalaste antes de empezar a usar el gestor.
- Fuentes que instalan «suites» de programas como Microsoft Office o Adobe Creative Suite.
- La carpeta de fuentes o el «Catálogo tipográfico» no son gestores. Evítalos.
- Jamás instales dos gestores de fuentes.
Recomendación: No uses el gestor para inspirarte buscando entre tu arsenal tipográfico. Imprime muestras de tus tipografías (los gestores tienen funciones para ello) o consulta catálogos tipográficos (físicos o digitales).
Para elegir cual es el gestor de fuentes que se adapta mejor a tus necesidades puedes consultar este artículo comparativo.